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Hace unos años, en la ciudad de Mineralnye Vody, al suroeste de Rusia, un padre de familia siempre se hacía dos preguntas cuando se subía a su BMW Serie 5. La primera: ¿por qué su unidad de discos rechazaba constantemente cualquier CD que intentaba introducir en la ranura? Un problema que le resultaba muy molesto, ya que le gustaba aprovechar el tiempo en su automóvil para escuchar música. (➜Leer más: Las 70 mejores canciones para el coche) Decidió acudir a un profesional para tratar su problema y concertó una cita con BMW Service.
La segunda pregunta no era tan urgente y no estaba relacionada con el automóvil. Se preguntaba a dónde iba a parar la calderilla que, de vez en cuando, ponía en el portavasos después de cada compra. Aunque rara vez usaba estas monedas, siempre desaparecían a los pocos días.
Si juntamos ambas situaciones, rápidamente daremos con la solución al problema, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de un padre con hijos. Después de que un técnico especialista de BMW Service retirara la parte delantera de la unidad de discos, apareció una hucha bastante suculenta que los hijos del conductor del BMW habían llenado con esmero. El especialista remplazó la unidad de discos con piezas originales de BMW y este padre se alegró de poder escuchar música de nuevo sin mucho esfuerzo. De lo único que no se hizo cargo BMW Service fue de la charla con sus hijos.
El tráfico en Bangkok, la capital de Tailandia, es caótico. No podría ser de otra forma cuando cada día se mueven en automóvil, patinete o bicicleta más de ocho millones de personas. Los residentes de esta ciudad están acostumbrados a vivir situaciones de estrés mientras conducen. Pero a veces incluso los conductores más experimentados se llevan sorpresas. Este fue el caso del propietario de un BMW Z4, que un día, completamente angustiado, llevó su automóvil al BMW Service de Bangkok a través de la asistencia en averías y accidentes de BMW.
Un varano bastante curioso, que se había colado en el tráfico de Bangkok, había trepado hasta la suspensión del vehículo y se había quedado ahí atascado. El desesperado conductor estaba encantado de que su concesionario de BMW Service se ocupara del problema de forma sencilla y sin papeleo innecesario. El enorme animal fue liberado y nadie resultó herido. No es algo tan obvio si se tiene en cuenta que este tipo de lagarto puede llegar a medir hasta tres metros y cuenta con garras y dientes muy afilados. El varano fue liberado en la naturaleza y esperemos que en el futuro evite el tráfico de Bangkok. Eso sí, el conductor del BMW Z4 se llevó un buen susto.
Un viticultor italiano llegó un día de copiloto con un técnico de averías y accidentes del BMW Service en Milán: venían remolcando su BMW Serie 5, que ya no arrancaba. El empleado del taller echó un vistazo bajo el capó y examinó todas las piezas que podían ser la causa del problema. Al no encontrar nada aparente, empezó a examinar todo el automóvil al detalle. Cuando se topó con el espacio de la rueda de repuesto, encontró algo interesante: este espacio estaba repleto de cristales de botellas de vino rotas. El viticultor, que no había perdido su buen humor, no pudo ocultar una sonrisa al enterarse que la unidad de control de su automóvil estaba «borracha» y, por lo tanto, los componentes eléctricos habían dejado de funcionar.
El empleado del taller limpió y secó todo el maletero y sustituyó la unidad de control. Finalmente equipó al viticultor con una alfombrilla protectora para el maletero y mostró lo fácil que es proteger la unidad de control de futuros frenazos con accesorios originales de BMW.
Durante el primer confinamiento por coronavirus a principios de 2020, apareció una joven con su BMW X6 (➜ Leer más: BMW Edition Black Vermillion: inspirada en la naturaleza) con lágrimas en los ojos delante del concesionario de BMW Service en la inglesa King’s Lynn. Su coche, que había comprado tan solo seis meses antes en un concesionario de vehículos usados, llevaba tiempo echando humo de forma extraña por el tubo de escape. Sin embargo, debido al confinamiento, este concesionario no pudo realizar ninguna reparación. Mientras los asesores del servicio la tranquilizaban, se enteraron de que la joven trabajaba como enfermera en el hospital local y atendía diariamente a los pacientes con coronavirus. No obstante, sin automóvil no podía acudir a su trabajo, lo que explicaba su desesperación: era prácticamente una cuestión de vida o muerte.
A pesar de que el taller del concesionario de BMW Service también estaba bajo mínimos debido al confinamiento, se hizo cargo del automóvil sin perder ni un minuto y descubrió enseguida el origen del humo: el turbo estaba dañado y tuvo que cambiarse por uno nuevo. Al disponer de un vehículo de sustitución, la enfermera pudo seguir su recorrido hacia el trabajo mientras su automóvil se quedaba en reparación. Por suerte, la rápida disponibilidad de las piezas de repuesto permitió que esta enfermera recogiera su automóvil en perfectas condiciones tan solo dos días después. Ya nada se interponía en el camino de esta salvavidas.
En un frío día de otoño, un conductor belga de un BMW llamó al servicio de recogida y entrega a su domicilio porque notaba ruidos extraños en la suspensión trasera de su vehículo y no quería arrancarlo por el momento. Como no había ningún problema aparente a primera vista, BMW Service se llevó el automóvil para examinarlo a fondo usando la plataforma elevadora. Al llegar a la rueda trasera, dos grandes ojos verdes miraron fijamente al técnico.
Un gatito se encontraba escondido detrás de la rueda. En busca de refugio para la noche, el animalillo se puso cómodo sobre los discos de freno aún calientes. Así que retiraron la rueda y los discos de freno y se liberó al felino. Pero ahí no acaba esta historia: el técnico de servicio se enamoró inmediatamente del pequeño bribón y decidió darle un nuevo hogar.
Un empresario italiano detectó un día una vibración sorda mientras conducía, así que llevó su BMW Serie 5 al concesionario de BMW Service en Milán. Lo que empezó como algo sencillo se convirtió en un extraño reto para los técnicos del servicio: Cuando abrieron el automóvil, les sorprendió un hedor insoportable que les hizo retroceder inmediatamente. El conductor no había mencionado nada al respecto cuando entregó su BMW.
Equipados con máscaras, se aventuraron a un segundo intento de averiguar el origen del hedor antes de centrar su atención en el verdadero problema. En el maletero, bajo una fina funda de encaje, yacía un pez momificado.
Al no saber qué hacer con este pez, una empleada de BMW Service contactó con la secretaria del empresario y le pidió instrucciones. Estas fueron tan extrañas como el propio hallazgo. El pez era una importante pieza de arte de su colección privada y no podía ser retirado bajo ninguna circunstancia. Los técnicos realizaron todos los trabajos sin perturbar al pez bajo su funda de encaje.
En un concesionario de BMW Service en Belo Horizonte, tuvo lugar una historia que hizo más que honor al nombre de la ciudad. «Belo Horizonte» es el nombre en portugués para «horizonte hermoso» y el BMW Service pudo embellecer, al menos en parte, el horizonte de una persona gracias a su compromiso.
La historia comenzó con un BMW 740i de 1997. Un joven había ahorrado durante muchos años para cumplir su sueño de restaurar este vehículo. Poco después de comprarlo, el joven se enteró de que tenía cáncer y tuvo que invertir todos sus ahorros en tratamientos médicos. El vehículo permaneció intacto en el garaje.
Mientras el joven luchaba contra la enfermedad, su madre quería dar una alegría a su hijo durante este difícil momento. Y lo consiguió: el concesionario de BMW Service en Belo Horizonte se puso manos a la obra. Los trabajadores del taller restauraron este youngtimer con mucho mimo para que estuviera listo para él.
Todas estas historias nos muestran lo siguiente: la vida de cada conductor de BMW es única. Esto significa también que cada persona tiene deseos y necesidades individuales. Por ello, el BMW Service ofrece la mejor solución para cada situación, sin importar el momento ni el lugar.
Autor: Jelena Pecic; Animaciónes: Tommy Parker
