Santander: se acabó tener que buscar un aparcamiento


Santander: se acabó tener que buscar un aparcamiento
Santander, situada en el norte de España, es una de las primeras y auténticas Smart Cities el mundo. Desde 2009 se han distribuido más de 20.000 sensores en toda la ciudad. Estos solucionan los diversos problemas a los que tiene que hacer frente una ciudad en el siglo 21. De una forma completamente automática.
Como por ejemplo la irrigación de los parques. Los sensores miden la humedad de la tierra. Los aspersores se conectan si la tierra está demasiado seca. Las farolas solo se encienden al paso de los peatones. De esta forma
se pretende ahorrar hasta un 80% en gastos de electricidad. E incluso las papeleras notifican al servicio de limpieza cuando están llenas. Pero lo más revolucionario es la movilidad Smart City, gracias al control de los párkings en el angosto casco urbano.
A través de un campo magnético, los sensores registran si la plaza correspondiente se encuentra ocupada o no, desviando así el tráfico. No es de extrañar que Santander se haya convertido entretanto en el modelo de referencia de proyectos Smart City.
Songdo: Cuando el salón se convierte en la central de mando


Songdo: Cuando el salón se convierte en la central de mando
Songdo es un distrito de la gran ciudad de Incheon en Corea del Sur. A diferencia de Louisville o Santander, la tecnología inteligente fue tenida en cuenta a la hora de planificar el distrito.
Cuando una persona entra a vivir en una casa, no tiene más que enchufar el cable de red para conectarse a internet. Toda una serie de sensores y cámaras instalados en la casa permiten a la gente comunicarse con sus vecinos o las tiendas. De este modo es posible preguntar al vecino por azúcar. O planificar sus vacaciones desde el sofá por videoconferencia con la agencia de viajes.
Incluso las peluquerías pueden asesorarle a uno sin tener que salir de casa. En Songdo las fechas importantes tampoco se olvidan. Una unidad de control central te recuerda cuándo será la próxima clase particular o la cita con el dentista. ¿Podría tener esta tecnología efectos negativos sobre el entorno social? Quién sabe, tal vez alguna de las nuevas cafeterías y párkings se queden vacíos. Ya que en ningún sitio se está mejor que en casa.
Copenhague: la ciudad más feliz del mundo


Copenhague: la ciudad más feliz del mundo
A nadie le extraña que una ciudad como Copenhague se haya convertido en una ciudad inteligente. Con razón se dice que en Dinamarca vive la gente más feliz del mundo. Pero la capital va más allá.
Con sistemas IoT, como Smart Lightning, Smart Traffic Management, Waste Management e Intelligent Building Management, la ciudad quiere alcanzar la neutralidad al CO2 hasta 2025, e introducir un mercado de datos, el denominado City Data Exchange. El objetivo: todo el mundo, particulares, empresas o el sector público, puede ofrecer o crear datos, desde estadísticas de habitantes hasta datos sobre la calidad del aire.
Toda la información debe estar disponible por igual para todo el mundo. Esta es una visión que puede revolucionar el desarrollo de la ciudad en todos los aspectos: Así por ejemplo, podría ayudar a localizar la ubicación óptima de un negocio en base a la demografía del barrio, el poder adquisitivo disponible y la competencia existente.
Una aplicación Smart City ayudará además a optimizar el tráfico registrando y optimizando el consumo de carburante y de calorías. Esto permitirá vivir más relajadamente. En Copenhague la gente parece saber que el progreso no solo se traduce en una mayor eficiencia, sino en una mayor felicidad a largo plazo.
¿Y qué ocurre con el país de origen de BMW, Alemania?


¿Y qué ocurre con el país de origen de BMW, Alemania?
Como la protección de datos en Alemania es un tema muy importante, también la recopilación de datos está muy limitada. No obstante, en Alemania también existen numerosos proyectos Smart City que permiten que las ciudades sean más inteligentes.
Reutlingen, por ejemplo, además de sensores que registran los movimientos de tráfico y los datos medioambientales en todo el casco urbano, dispone de los conocidos como Beacons. Estos sensores de campo cercano localizan a los usuarios que se han descargado la aplicación gratuita "smaRT City", proporcionando automáticamente ofertas e información de tiendas cercanas. Por supuesto, todo ello de forma anónima.
Berlín también tiene grandes planes con el proyecto de vivienda "Future Living Berlin" presentado en la IFA. El complejo de edificios interconectado y respetuoso con el medioambiente abarca 69 viviendas. Los futuros inquilinos representan una muestra de nuestra sociedad: desde la pareja de jóvenes hasta el jubilado.
Cada unidad está equipada con la técnica más moderna. Paneles solares proporcionan un circuito de energía y calor autárquico, mientras los sensores calculan la incidencia de luz y el momento del día, garantizando así una luz óptima. E incluso los grifos y las manijas funcionan de forma automática gracias a sensores de movimiento, lo cual supone una gran ayuda, sobre todo para la gente mayor.
Lo mismo da Santander, Songdo, que Berlín. Cada una de estas ciudades demuestra que la digitalización de las ciudades puede afectar positivamente a la convivencia, el medioambiente y la salud. Será interesante observar los siguientes grandes proyectos. ¡Quizá su ciudad sea la próxima!
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