Lo primero que uno advierte al conocer a Joshua Vides es que se trata de una persona que tiene los pies en la tierra, por decirlo de algún modo.
Habla de forma brillante y apasionada sobre su trabajo, sus fuentes de inspiración, su estudio y su infancia en Rialto, California. Mientras lo hace, deja traslucir una sensación de calma concentrada, aunque su comportamiento non tiene nada de básico. Sus palabras son claras y directas, y no parece que necesite pensar mucho las respuestas. Da la sensación de que todo estaba ya ahí, en algún lugar de su mente, esperando simplemente la oportunidad de salir.
Nos hemos citado en un pequeño centro de tatuajes, a las afueras de Múnich. Vides acaba de llegar de Los Ángeles, donde vive y tiene su estudio creativo, como invitado especial de BMW. Quiere aprovechar la ocasión para añadir un tatuaje especial a sus ya multidecorados brazos: el logotipo de BMW.
No se trata de ninguna coincidencia. Vides reconoce que es un auténtico fan de la marca y, como esta es su primera visita a Múnich, quiere llevarse un recuerdo que perdure.
«Crecí en un barrio humilde. En aquella época era muy raro ver un BMW por la calle. Si un día por casualidad veías pasar uno, se convertía en un día especial», nos cuenta mientras la aguja dibuja las primeras líneas justo por encima de su muñeca, donde el logotipo quedará grabado para siempre.
«Vengo de una familia de inmigrantes. Mi madre estudiaba enfermería y mi padre era camionero, así que no teníamos mucho dinero. En algún momento, a principios de los 2000, mi madre consiguió el título y empezamos a tener más ingresos. Un día nos dijeron que nos íbamos a mudar a un barrio más bonito y que nos íbamos a comprar un coche nuevo: un BMW. No me lo podía creer», relata.
Ese primer BMW, un BMW Serie 5 de 2005, sentaría las bases de su amor por la marca, un amor que declara eterno e incondicional. Hoy, a sus 32 años, tiene varios BMW. Entre ellos, destaca un BMW M3 (E46) de color Blanco Alpino, un vehículo de ensueño para cualquier amante de BMW.
Cuando el tatuador deja la aguja, vemos por primera vez el logotipo en el brazo de Vides. Ha elegido una versión sencilla, de color negro. Es un diseño que encaja perfectamente con su propia obra y con el audaz estilo que le ha convertido en un artista que se disputan los aficionados a la moda urbana, los amantes de las zapatillas deportivas y los galeristas de arte. El negro y el blanco son los colores dominantes, y hay una huella evidente de las primeras incursiones de Vides en el mundo del grafiti. Sin embargo, según nos cuenta, su primera fuente de inspiración fue otra: los dibujos animados de su infancia.
En aquella época era muy raro ver un BMW por la calle. Si un día por casualidad veías pasar uno, se convertía en un día especial.
«Los dibujos animados siempre me han fascinado, desde que era muy pequeño», explica mientras nos sentamos en un pequeño jardín del centro de Múnich para seguir charlando. «Los Looney Tunes, los Simpson, Garfield y todo eso. Siempre me ha maravillado la posibilidad de reconocer inmediatamente el estilo y el universo que rodea a los personajes. Aunque coloques a Bugs Bunny fuera de una historieta de los Looney Tunes, enseguida te das cuenta de que es uno de ellos. Me enamoré de la idea de crear algo así, algo que cualquiera pudiese reconocer al instante como mi propio mundo».
Si volvemos al presente, constataremos que Vides se las ha arreglado muy bien para hacer exactamente eso. Su primer gran éxito fue un par de zapatillas Nike Air Force 1: las pintó con su estilo característico y publicó una foto en su cuenta de Instagram. La publicación se hizo viral, el teléfono comenzó a sonar y poco después estaba negociando su colaboración con Jordan, la submarca de Nike.
«Fue brutal», dice. «Me di cuenta de que había creado algo que realmente le gustaba a la gente».
Desde entonces, nunca ha bajado el ritmo. Vides tiene fama de ser un artista prolífico y de trabajar con una energía que no tiene comparación en la industria. Literalmente, nunca baja el ritmo. Colaboraciones y lanzamientos con marcas tan importantes como New Era, Converse, Fendi y Woolrich lo demuestran y dan fe de su éxito. Además de las colaboraciones con las marcas, también crea obras de arte sumamente personales que tienen una gran demanda entre los coleccionistas de todo el mundo.
Me di cuenta de que había creado algo que realmente le gustaba a la gente.
«Creo que lo que hace que mi obra funcione es que, en cierto sentido, la gente tiene la sensación de que podrían haberla hecho ellos mismos. Tanto si les gusta como si no, ahí hay una energía, y eso es lo nuevo», señala cuando le pregunto por las razones de que su estilo monocromático, sencillo y súper gráfico, haya logrado tanta repercusión entre los fans y los críticos de arte de todo el mundo.
Sin embargo, el éxito suele ir acompañado de la presión de reinventarse a uno mismo y, lo que no es menos importante, de no perder la curiosidad. A lo largo de la historia ha habido muchos artistas que han disfrutado de una enorme popularidad, pero que han caído en la trampa de pensar que una misma receta podría durar eternamente.
«Soy muy consciente de que la gente puede olvidarse de mí en cualquier momento», señala Vides. «Pero tampoco estoy dispuesto a hacer siempre lo mismo. Creo que se me da bien entender qué es lo que quiere la gente y, en cuanto tengo la sensación de que ya he hecho bastante de algo, paso a lo siguiente. Tengo la suerte de que la gente me tiende la mano y quiere trabajar conmigo, como ha pasado con BMW. Así que no me cuesta encontrar nuevas cosas que hacer».
Soy muy consciente de que la gente puede olvidarse de mí en cualquier momento.
Su último proyecto es más grande de lo habitual. Y, teniendo en cuenta sus propios orígenes y su historia de amor con BMW, también es justo decir que es un proyecto muy especial.
Tras varias semanas de trabajo meticuloso con su estilo característico, pintando a mano los detalles, Vides ha presentado una edición especial del BMW X4 M Competition, una versión absolutamente exclusiva de un vehículo que será el único de su clase. Vides también ha colaborado con BMW para crear su propia versión del logotipo que ahora lleva en el brazo y que, a su vez, se convirtió en fuente de inspiración para diseñar una completa línea de productos en edición limitada: sudaderas, camisetas, tazas, alfombras, insignias, pañuelos, platos y un largo etcétera, disponibles únicamente a través de su propia tienda web.
Justo aquí es donde encontramos el verdadero talento de Vides, un nuevo tipo de artista que desde el primer momento logró un equilibrio perfecto entre la expresión artística y el valor comercial. Con la misma facilidad con la que pasa de un proyecto a otro, pasa también del arte de la creación al arte del negocio, que es el que le permite perseguir sus sueños: anuncia sus futuros proyectos a los cientos de miles de personas que le siguen en las redes sociales, otros artistas de fama mundial se hacen eco del lanzamiento, y el boca a boca de toda la vida hace el resto. Su habilidad para sacar provecho de la fiebre por las colecciones cápsula y el coleccionismo es extraordinaria. Pero lo más importante es que sabe cómo mantenerse en primera línea y no retroceder nunca, ya que selecciona cuidadosamente los nuevos socios y proyectos a los que va a dedicar su energía. Es una receta para el éxito que se adapta muy bien al mercado actual y que él ha llevado a la perfección. Todo es cuestión de esfuerzo y trabajo, y Vides lo sabe mejor que nadie.
Aquí, en el pequeño jardín de Múnich en el que nos encontramos, ha llegado la hora de despedirse. Durante los próximos días, Vides tiene ante sí un intenso programa como invitado especial a la cuna de BMW, programa que concluirá el último día en el circuito de carreras junto a un flamante BMW M3 Competition. Pero, antes de despedirnos, aún nos queda tiempo para otro ritual muniqués: tomar una cerveza. Doblamos la esquina para comprar unas botellas y brindamos bajo el sol de los últimos días del verano. Vides está visiblemente entusiasmado por la jornada de hoy y por lo que aún está por llegar. Y en algún lugar debajo de la manga oculta el recién tatuado logotipo de BMW como testimonio de su última creación: un recordatorio íntimo y personal para no olvidar que aquí fue donde empezó todo.
Autor: David Barnwell; Fotos: Highsnobiety; Cristian Lopez, Saye Wuo, David Barnwell; Vídeo: Highsnobiety, Christian Bradl