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Christopher Weil, director de diseño exterior de BMW, conoce bien el ADN del diseño de la marca desde que era pequeño. «Los BMW siempre me han resultado fascinantes. Tenían elementos únicos, como las transiciones deportivas y a la vez elegantes desde la parte anterior a la posterior, que ya me parecían inspiradoras de niño». Ahora se dedica activamente a dar forma a esa fascinación. Entre otras cosas, es el responsable del BMW 328 Hommage, un prototipo para la exposición Concorso d’Eleganza Villa d’Este 2011 en el lago Como. «El vehículo se inspiró en gran medida en la historia de la marca, y lleva los elementos de diseño clásicos a la época moderna. Desde los faros, que recuerdan la historia de la marca en las competiciones de velocidad, hasta las llantas BMW, que evocan al BMW 328. También contiene laa reinterpretación de la rejilla vertical en forma de riñón, que ya se puede ver en la nueva Serie 4 (➜ Leer más: Un emblema cambiante: 13 diseños de la parrilla BMW). Creamos un puente entre la tradición y el futuro. Una marca premium como BMW tiene que dar este paso adelante, y con el BMW Serie 4, el BMW Serie 4 Gran Coupé y el BMW i4, hemos trascendido de nuevo estos límites. Hacía mucho que la marca no presentaba un modelo tan musculoso y sensual como el Serie 4».
El vehículo y los equipamientos mostrados corresponden al estado más actual a fecha de 01.06.2021. Infórmese en su concesionario acerca de las posibilidades de equipamiento actuales, así como de otras variantes del modelo.
Desde la primera idea, pasando por el dibujo técnico, y hasta el modelo final, en BMW se sigue un proceso claramente orquestado. El inicio siempre tiene lugar en un taller, donde se define el carácter del vehículo. A partir de ahí, los diseñadores reciben un informe que contiene los atributos estéticos, tecnológicos y de aerodinámica, y empiezan a trabajar con una amplia variedad de dibujos y diseños. «Se recopilan ideas de todo el mundo, y la empresa creativa Designworks participa también desde sus estudios en Los Ángeles y Shanghái», explica Christoph Weil.
A partir de todas esas ideas cristaliza un objetivo, una visión concreta que sirve de guía. Este modelo va siempre acompañado de un segundo dibujo de coche, que riza el rizo, según nos desvela el experto. El objetivo es poner a prueba los límites aún más. «BMW siempre ha tenido muchos elementos estilísticos determinantes que queremos seguir desarrollando. Queremos ofrecer tecnología y diseño de vanguardia, como en el BMW Serie 4. El trabajo de un diseñador de automóviles es también diseñar vehículos que ofrezcan un buen rendimiento a largo plazo. Aun así, todos los vehículos deberían resultar reconocibles como modelos BMW a primera vista». Y así es como funciona.
«BMW cuenta con muchos elementos de estilo emblemáticos que los diseñadores mantenemos y desarrollamos. El más importante es la rejilla en forma de riñón, la característica distintiva principal de cualquier BMW. En la historia de la marca, solo ha habido dos excepciones en las que no se empleó: el BMW 700 y el Isetta. Si analizamos esta historia, nos damos cuenta de lo mucho que el nuevo BMW Serie 4 Coupé sigue la tradición de los legendarios deportivos BMW. Algunos clásicos destacados como el BMW 328 Coupé de los años 30 y el BMW 3.0 CS de los años 70 forman parte de la fascinante historia deportiva de la marca, caracterizada por el prestigio, el placer de conducir y el éxito sobre la pista (algo que también me ha servido de inspiración a mí, personalmente). El morro del BMW 3.0 CS tiene una imagen similar, con la calandra en vertical, un poco más estrecha en este caso. Hemos dado una vuelta a toda esta historia», afirma Christopher Weil, y añade: «Naturalmente, todos los BMW que vengan en el futuro también tendrán una calandra del coche en forma de riñón adaptada a su carácter individual».
El peso de estos vehículos emblemáticos es inmenso. Reinterpretar constantemente sus características claves es una tarea muy emocionante para el diseñador de automóviles y sus compañeros. En el ADN del diseño de BMW también están los faros traseros en forma de L, la línea del reborde, la antena con forma de aleta de tiburón y los faros delanteros dobles y redondos. Se utilizaron por primera vez en 1968 en el BMW 2800 CS y fueron el icono representativo de cualquier BMW deportivo, una tradición que continuamos con la nueva BMW Serie 4.
Uno de los elementos de diseño más notables de los BMW es la curvatura de Hofmeister, bautizada con el nombre de quien tanto tiempo ocupó el puesto de director de desarrollo de carrocerías en la casa: Wilhelm Hofmeister. La curvatura se introdujo por primera vez en el coche antiguo de lujo BMW 3200 CS «Bertone» y en los nuevos coches de gama media de la «Nueva clase» de BMW (entre el 1500 y hasta el 115), que se presentaron por primera vez con el IAA de 1961. Esta doble curvatura en el pilar trasero no se debía únicamente a motivos estéticos, sino también estructurales: aumentaba la estabilidad de esta zona de la carrocería. La curvatura en el nuevo BMW Serie 4 es un poco más fluida y apropiada para un coche deportivo.
Los vehículos eléctricos BMW i4 y BMW i4 M50 también siguen esta línea de diseño. Son claramente reconocibles como eléctricos, pero se ve que no se han diseñado completamente al margen. «El diseño del BMW i4 tiene una superficie mucho más suave, pero la electrificación, con los distintivos de i en azul, y la rejilla cerrada en forma de riñón son perceptibles desde el exterior. Queríamos mantener las proporciones elegantes y prolongadas características de BMW en un coche eléctrico. Lo que más me gusta es el capó alargado: se ve al mirar la carretera desde dentro. Cuando, en una avenida, refleja los árboles, o lo ves destellar mientras conduces, es simplemente fascinante».
En el interior también se pueden encontrar otras características de estilo. «Lo sorprendente del interior de los BMW es que el salpicadero está pensado para el conductor. La consola, inclinada hacia el piloto, parece un traje a medida. La propuesta deportiva que evoca el diseño anterior es también muy notable en el interior».
Entre las características de diseño de BMW más importantes siempre han estado una silueta y unas proporciones muy reconocibles. También son definitivos los salientes cortos, el capó largo y un «invernadero» (que comprende la parte formada por el parabrisas, las ventanas traseras y laterales, las columnas y el techo) inclinado hacia atrás. El vehículo también debe mostrar un apoyo sólido sobre la carretera visto desde detrás: tiene que crear una sensación de dinamismo incluso cuando esté parado.
El equipo de diseño de coches BMW se esfuerza por crear movimientos emocionantes y dinámicos a partir del juego de luces y sombras. Para Christopher Weil, jugar con la luz sobre la carrocería es como escribir poesía. «Esto se nota sobre todo en los túneles iluminados: se ve cómo los elementos más destacados fluyen a la perfección. El objetivo del diseño en BMW es crear algo que permita evocar un efecto y un dinamismo a partir de este juego. En el nuevo BMW Serie 4, los volúmenes de la carrocería sobre las ruedas delanteras y traseras representan unas superficies muy sensuales. El centro de gravedad del coche se baja mediante elementos visuales (como el canto más bajo en los paneles laterales) y la curva, prácticamente en zigzag, crea un flujo de luz muy dinámico».
En BMW tenemos tres tipos de estudios. Los Hommage Cars son vehículos que se basan firmemente en la historia, la asumen y la interpretan con tintes modernos. En los Vision Vehicles nos centramos en el futuro a largo plazo. Los vehículos conceptuales sirven para asentar una perspectiva concreta para un producto en serie, se juega con distintos temas de diseño que después se pueden encontrar en la carretera, pertinentemente adaptados (al fin y al cabo, siempre hay normativas y especificaciones que seguir en los modelos en serie). Sin embargo, en todos los estudios y para todos los modelos, la fase más libre es la de elaboración de bocetos. Al final, el conjunto de detalles y superficies debe componer un diseño general coherente con el estilo de BMW. Y las decisiones de estilo se adoptan como elementos de diseño, desde la versión conceptual hasta el vehículo en serie. Christopher Weil está especialmente orgulloso de esto en el BMW Serie 4. «La rejilla del radiador en forma de riñón vertical fue un tema clave desde el principio. El hecho de que este elemento de diseño tan emblemático haya resistido desde la versión conceptual hasta el vehículo de producción es toda una declaración de intenciones, como el BMW Serie 4 en su conjunto».
Fotos: BMW; Autor: Markus Löblein; Animaciónes: Nicolas Guyon
