Art Basel: Cómo comprar arte

Marc Spiegler. Coleccionar arte es un proceso orgánico. Piensa en las relaciones: las personas inteligentes no elaboran una lista con los doce atributos que buscan en su futura pareja. Se lanzan y aprenden de sus errores. Asimismo, coleccionar arte requiere de mucha prueba-error, además de educar la vista y la mente constantemente. El objetivo debería ser crear una colección de arte que represente tu forma de pensar y de sentir.

Spiegler. Depende de dónde estés. Las personas racionales buscan definir unos límites estrictos para su colección de arte y las apasionadas solo buscan enamorarse de una obra cuando la compran. Hay otras para las que la inversión es un aspecto muy importante, pero no creo que consigas crear una gran colección si solo piensas en vender una obra de arte incluso antes de comprarla. Escoge un hilo conductor que quieras seguir.

Spiegler. Uno de los errores más comunes de los coleccionistas es que empiezan comprando arte que consideran atractivo. Mi amigo Harald Falckenberg me dijo una vez: “El arte que acabé amando más era, a menudo, el que menos me gustaba al comprarlo. Mientras que las obras de las que me enamoraba inmediatamente no permanecían mucho tiempo en mi colección”. Es algo similar a cuando conocemos a alguien. A veces una persona nos atrae mucho al principio pero luego resulta superficial, mientras que otras personas, que al principio nos confunden, terminan proporcionándonos las conversaciones más enriquecedoras. Con las obras de arte ocurre lo mismo.

Spiegler. Puedes ir a galerías, bienales, ferias de arte. Ahí comienzas a distinguir las obras más originales de las menos singulares.

Spiegler. Coleccionar arte es más divertido si buscas obras en diferentes ambientes.Debes ampliar tus horizontes. Si un vegetariano acude a un restaurante normal no va a poder pedir un 80% de los platos. Pero si eres omnívoro puedes probar todo el menú.

Spiegler. Obviamente tienes que tener ingresos para llegar a ser coleccionista de arte. Si tu presupuesto es ajustado, puedes buscar versiones o reproducciones de artistas muy conocidos. O puedes comprar obras nuevas de artistas emergentes. El crítico estadounidense Dave Hickey afirmó una vez que cuando pagas demasiado por una obra de arte estás pagando el precio por tu cobardía. Si hubieras comprado esa obra al inicio de la carrera del artista, habrías pagado menos.

Spiegler. No se trata de descubrir antes que nadie lo que les gustará a los demás. Eso es más bien comprar para tu ego. Lo que de verdad importa es descubrir el arte que te gustará a ti, pero no solo un rato, sino durante mucho tiempo. Eso sí que es comprar para tu alma.

Spiegler. No se trata de descubrir antes que nadie lo que les gustará a los demás. Eso es más bien comprar para tu ego. Lo que de verdad importa es descubrir el arte que te gustará a ti, pero no solo un rato, sino durante mucho tiempo. Eso sí que es comprar para tu alma.

Spiegler. Cualquier galería de arte que participe en una exhibición Art Basel goza de buena reputación. Si buscas versiones podrías visitar la Sabine Knust Galerie en Múnich, la Gemini G.E.L. en Los Ángeles o la Carolina Nitsch en Nueva York.

1 ¿Tengo algún tipo de relación emocional o intelectual con esta obra?

2 ¿Me atrae esta obra?

3 ¿Me intriga su composición?

4 ¿Entiendo la obra lo suficiente como para adquirirla? ¿Me ofrece algo más?

5 ¿Es esta obra original o simplemente una copia de otro artista?

6 ¿Tengo algún espacio adecuado para exhibir esta obra?

Spiegler. El modelo empresarial de los sitios online consiste en ofrecer tanto material como sea posible para agradar a todo tipo de paladares. Se parece a un «smorgasbord», un bufé de estilo escandinavo con diferentes platos servidos en la mesa. Una galería de arte nueva se puede asemejar a un restaurante con una carta elaborada con mucha precisión: se apoya en un concepto concreto para elaborar un programa con doce o quince artistas. 

Spiegler. La mayoría de los grandes artistas trabajan con galerías de arte. No suelen vender sus obras directamente a particulares. Prefieren que las galerías  se encarguen del aspecto empresarial para poder concentrarse en el artístico.

Spiegler. Es legítimo preguntarle al galerista, desde el respeto, si puede argumentar el precio. Para ello, realizarán a menudo comparaciones con otras obras de la misma persona o de artistas similares. Ten siempre en cuenta que la demanda determina la oferta. El precio del artista puede encarecerse si va a tener una retrospectiva en el MOMA o si solo ha creado cuatro obras para dicha exhibición. Otra opción sería buscar, si existe algún tipo de registro en Internet, obras similares del mismo artista y comprobar los precios por los que se vendieron. Por ejemplo, en Artnet encontrarás todos los registros de las subastas.

Spiegler. Es como con los chistes. Uno sencillo pierde la gracia si lo oyes dos veces. Y a la tercera resulta, directamente, aburrido, ¿no? En cambio, podrías ver una película compleja una y otra vez porque cada vez captas nuevos detalles sobre los personajes, las interpretaciones o el ritmo. Que no la entiendas de inmediato no quiere decir que sea mala o aburrida. Eso es lo que siento frecuentemente con el arte: contemplo una obra y no la entiendo, pero luego me pregunto: ¿no entiendo nada porque no hay nada que entender? ¿O no entiendo nada porque no he reflexionado lo suficiente sobre ello? ¿Tengo que contemplarla más de cerca?

Spiegler. Ten en mente los posibles problemas de conservación. Además, a veces ves una obra de arte en una galería que parece fantástica, pero luego en casa no hay espacio suficiente porque la pared o la habitación son demasiado pequeñas para la obra. Si tienes hijos pequeños, no deberías comprar una escultura para colocarla de pie en el suelo. Sería mejor adquirir una obra de Carl Andre, que están ideadas para andar sobre ellas. Y nunca cuelgues, por motivos evidentes, una fotografía directamente a la luz del sol.

Spiegler. Por un lado, deberías intentar educar tu ojo y tu mente tanto como sea posible: contemplando obras, leyendo y hablando con aficionados al arte. Por otro, al comprar obras de arte tienes que aceptar el hecho de que a la larga no te gusten como parte del proceso de formación. Si quieres ser coleccionista de arte es inevitable comprar obras de las que te avergonzarás años más tarde. Crear una colección no es como decorar una casa. Se trata de forjar relaciones profundas con los artistas y con sus obras de arte. Deberías planificar cómo vas a hacer que estas obras formen parte de tu vida.