No hay que esperar a jubilarse para cumplir los mayores sueños de su vida. Cortar el césped, hacer zapping por los programas de televisión matutinos, ir a cursos de autoconocimiento en la escuela de formación de adultos... No, no es eso a lo que nos referimos. Las y los auténticos amantes del motor tienen otros sueños: con carreteras de ensueño infinitas, el sonido de un motor de ocho cilindros, las manos llenas de aceite… ¿Cuándo quiere empezar a marcar con una cruz en la bucket list para los aficionados al automóvil?
Un clic directo hasta la emoción al volante, nuestros diez primeros puestos:
¿CÓMO SUENA?
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Disfrutar de la Mille Miglia
Existen muchos rallyes de coches antiguos, pero solo uno se merece la copa: la Mille Miglia. Esta carrera histórica, que se celebra en Italia, tiene un atractivo especial. Por un lado, su historia: desde 1927 hasta finales de los años 50 ya recorrían el norte de Italia algunos aventureros del volante con una velocidad media impresionante. Completaban las 1.000 ml (en italiano «Mille Miglia», unos 1.600 km) de un tirón por carreteras estatales que en parte estaban sin asfaltar y que pasaban por las estrechas calles de algunos pueblos. La Mille Miglia era una carrera para pilotos muy audaces.
Y por otro lado, el ambiente: al igual que entonces, en las nuevas ediciones de esta carrera de coches antiguos, los participantes recorren hoy paisajes fascinantes como la Toscana, la Emilia-Romagna o Lombardía. Cada año en mayo, tanto pilotos como espectadores disfrutan de la especial mezcla de aromas primaverales y olores característicos de los vehículos, así como del ambiente relajado de la dolce vita durante la competición.
En la actualidad la carrera ya no consiste en ver quién llega antes, sino en conducir de manera lo más homogénea posible y, sobre todo, en disfrutar. El público local vitorea a la «belle macchine» al borde de la carretera. Si participa, pasará por pueblos que parecen haberse detenido en el tiempo. Y, al final de la etapa, tendrá la recompensa en el plato y en la copa: la mejor comida y el mejor vino italianos.
¿Qué falta para que la felicidad sea completa? El vehículo apropiado. Nuestro consejo: un BMW 328 Touring-Coupé, el ganador de 1940. El BMW clásico por excelencia. O también otro vehículo de la gama BMW Group Classic. El requisito oficial de los organizadores es que todos los vehículos participantes deben haber tomado parte al menos una vez en una Mille Miglia original de aquellos años (hasta 1957).
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Un tesoro lleno de coches: la Cité de l’Automobile
Hay muchos museos automovilísticos. Pero no hay ninguno que se pueda comparar en exclusividad y dimensiones con la Cité de l’Automobile, situado en la ciudad alsaciana de Mühlhausen. Solo la cantidad de Bugattis que hay allí expuestos basta para acelerar el pulso de los entusiastas de los coches: nada menos que 87. Además, hay otros cientos de coches antiguos muy curiosos provenientes de todas las épocas en las que el vehículo estaba en uso.
Coches de ensueño sobre rarezas con ruedas, iconos del diseño automovilístico sobre lechos de flores murales que se desplazan, cabríos como vehículos de uso diario. Los aficionados al automóvil que adoren los detalles no tendrán suficiente con un solo día para poder contemplar todos los tesoros y refrescar sus conocimientos en materia de coches.
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Road trip XXL: la Panamericana
Algunos incluso sienten que deben tomarse un año sabático para hacer esta ruta como se merece. No se puede llevar a cabo este recorrido por la famosa carretera que recorre de norte a sur el continente americano como si tal cosa. Al igual que en cualquier otro roadtrip hay que tener en cuenta que el mejor requisito para una ruta relajada es una buena preparación.
Las carreteras y pistas serpentean por, al menos, 25.000 kilómetros. Desde Prudhoe Bay (EE. UU.) hasta Ushuaia (Argentina). Por el frío ártico de Alaska hasta el calor tropical de Guatemala, pasando por el paisaje lunar de Bolivia y llegar a las temperaturas gélidas antárticas de Tierra de Fuego. La carretera puede recorrerse sin obstáculos excepto en un pequeño tramo entre Panamá y Colombia. En el trayecto entre Centroamérica y Sudamérica el vehículo deberá pasar con un ferry.
Pero aparte de eso, solo hay que conducir, disfrutar y maravillarse. La ruta Panamericana oficial va casi por el centro de EE. UU., pero si lo desea también se pueden elegir rutas de ensueño por la costa de California. Las metrópolis contemporáneas como San Francisco suponen un contraste interesante frente a las otras culturas que se extienden por la Panamericana, como la azteca en México o los gauchos en Chile. Por todo ello, la Panamericana recibe en nuestra evaluación tres puntos para la formación.
Es imposible vivir más contrastes en un roadtrip. Eso sí, no se olvide de traer suficiente tiempo para disfrutar de la espectacular naturaleza y las fascinantes personas que conocerá a lo largo de la Panamericana.
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Velocidad con estilo: el Goodwood Festival of Speed
Para qué vamos a negarlo: buena parte del atractivo de conducir un coche reside en la velocidad y esa sed puede saciarse a las mil maravillas en el Goodwood Festival of Speed. Cada año en verano los aficionados a los coches tienen una cita en la amplia zona ajardinada de Goodwood House, en West Sussex al sur de Inglaterra.
Mientras los car fans disfrutan con elegancia de un té en el césped junto al recorrido, las leyendas de las carreras resuenan al pasar a solo unos metros por la pista del Old-School. Vehículos de todas las épocas y estilos muestran lo que esconden sus motores durante una breve y jugosa ruta de montaña. No se puede tener más estilo a la hora de combinar la fascinación por los vehículos de carreras y la diversión.
Los visitantes son tan variados como los vehículos: las celebridades se mezclan con los fans de las carreras y la aristocracia de los vehículos entra en contacto con los cazadores de autógrafos. Se puede participar o solo mirar: en este festival del deporte del motor, los aficionados a los coches no van a sentirse defraudados.
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Benditos hangares para “car fans”: aquí se crea el futuro del automóvil
Pasar de ser un aficionado al automóvil a ser un aficionado al coche eléctrico: los entusiastas de los coches se adaptan a los tiempos. Nadie le toma el pelo a los amantes del motor cuando se trata de motores de combustión. Pero ¿qué pasa en el caso de los coches eléctricos? ¿Qué diferencia el proceso de creación de un vehículo eléctrico del de un vehículo con motor de combustión?
Tendrá las respuestas a estas preguntas durante una visita guiada por la fábrica de BMW de Leipzig, en la que podrá contemplar, entre otros, el BMW i3 eléctrico, un icono en el mundo del automóvil. Desde el suministro de las piezas de carrocería, el prensado de CFK y el lacado, hasta el montaje final: podrá observar cómo los empleados ensamblan los vehículos eléctricos con pasión y amor por los detalles y les dotarán así de vida con electricidad por sus entrañas.
Podrá maravillarse con la coreografía de robots industriales que engranan los coches eléctricos. Observe con deleite la perfecta sincronización en los pasos de trabajo de los empleados de BMW sobre los suelos impolutos de la planta. Y en caso de que sienta la llamada de la gasolina: también hay visitas guiadas por el área de fabricación de vehículos con motor de combustión.
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Celebrar Le Mans junto a los fans del automóvil
Una silla de camping en lugar del asiento oficial, salchichas hechas al grill en lugar de los aperitivos VIP: los fans incondicionales de la legendaria carrera de 24 horas de Le Mans suelen estar sentados en la hierba más que en las gradas. Disfrutan de la atmósfera del festival y de la celebración conjunta. Eso sí, hay que estar en forma, porque la concentración va desde el miércoles hasta la carrera del domingo, siempre durante una semana de junio.
No habrá manera de dormir en medio de las fiestas con la música a tope y con el sonido de los motores rugientes de fondo. Los grifos de cerveza no se cierran nunca, cada grupo de aficionados tiene su propio campamento señalizado mediante banderas. Suena agotador y lo es, pero también es muy divertido. Y le garantizamos que tras la Speedweek de Le Mans podrá reconocer por el sonido del motor cualquier bólido que pase en la oscuridad a toda pastilla.
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Bajar por el Paso Stelvio al amanecer
No debe faltar en ninguna lista de los aficionados al automóvil: el Paso Stelvio en las montañas del norte de Italia. Y si es posible, por la mañana temprano. El amanecer baña el puerto de montaña con una luz mágica. Y, por otro lado, cuando el día avanza la carretera sinuosa se llena de ciclistas y motoristas.
La rampa este desde Vinschgau en el Tirol del Sur es un paraíso para los amantes de las curvas, que se van sumando hasta llegar a 48 en total. Las paredes de roca hacen retumbar el sonido del tubo de escape y en las curvas cerradas escuchará la fricción de las ruedas.
Con un movimiento serpenteante irá subiendo al amanecer frente al impresionante panorama de montaña en la localidad de Prad (a 915 m sobre el nivel del mar) y en dirección siempre hacia arriba contemplará el macizo Ortler. Justo en esos instantes deseará que la carretera no se acabe nunca.
A los 2.757 m en que se sitúa el puerto de montaña, podrá darle un breve respiro a su bólido y disfrutar usted también de un cappuccino. Tras la pausa, disfrutará al mismo nivel del descenso por la rampa oeste hasta Lombardía…
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Essen Motor Show: la feria automovilística más loca del mundo
Fráncfort, Ginebra, Tokio y Essen. ¿Essen? Exacto, también esta ciudad de la Cuenca del Ruhr alemana se ha ganado su puesto fijo en el calendario de las ferias de automóviles, y en esta lista. La Essen Motor Show es divertida y variopinta, algo más loca que sus serias equivalentes en las otras metrópolis.
El cromo destella por doquier, los LED parpadean sin cesar y en los espacios abiertos resuenan a cual más alto los motores de ocho cilindros tuneados. Los aficionados a los coches hacen pedazos los neumáticos con sus derrapes. El olor a carburante flota en el ambiente. Le ponemos tres puntos en la clasificación de las fiestas. Los amantes del motor no caben de gozo ante tanto tuneado salvaje.
El requisito más importante para los chicos y chicas fans de los coches es dejarse llevar por el impulso y disfrutar sin freno de su amor por el automóvil. Además, entre iguales se comparten consejos y sugerencias de cómo trabajar y tunear los vehículos en los garajes domésticos.
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Plantar un árbol, tener un hijo y restaurar un coche
Es la obra maestra de los aficionados al automóvil: el coche restaurado por uno mismo. Las señales incuestionables del amor al automóvil son el lubricante en el pelo y los dedos llenos de durezas. Hablar de coches está bien, pero dar vida al propio vehículo supone la felicidad completa. Los contratiempos quedan atrás con facilidad. Una vez que el motor vuelve a arrancar después de arreglarlo, se olvidan todos los esfuerzos.
El vehículo perfecto para un plan así: un BMW Isetta. Supone un cierto reto, pero que no llega a sobrepasar a alguien que maneja el destornillador con cierta soltura. Lo que necesita para llevar a cabo el sueño de su vida: un garaje, las herramientas adecuadas y un mini coche en apuros.
Pero tenga cuidado: restaurar coches crea adicción. Al principio solo serán un par de horas al día. Después le tendrán que sacar de garaje por la noche, no le dejarán seguir con la aventura. Sin embargo, el gran objetivo sigue su curso: la primera salida con su obra maestra.
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El premio a la belleza: Concorso d'Eleganza Villa d’Este
Mientras en Le Mans y Essen se elige la cerveza, a orillas del lago Como, en Italia, la costumbre es beber una copa de champán. Es que en el Concorso d’Eleganza Villa d'Este se da cita la alta sociedad del automovilismo para mostrar sus tesoros de cuatro ruedas. Relucientes y en perfecto estado de conservación, estas joyas compiten en el concurso de belleza para ver cuál gana más premios.
Como si esto fuera poco, los fabricantes aprovechan la oportunidad para presentar modelos únicos o prototipos. Por ello el Concorso d'Eleganza Villa d'Este es la meca de los aficionados a los autos y una fiesta para los estetas.
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ilustraciones: Julia Ossko & Eugen Schulz
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