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Goodbye, BMW i3: Este amor es para siempre

Goodbye, BMW i3: Este amor es para siempre

7 min de lectura
Ahora que se pone punto final a la producción del BMW i3, echamos la vista atrás para recordar un periodo extraordinario de la historia del automóvil que abarca más de diez años. Prácticamente nadie conoce tan bien este periodo y el primer eléctrico puro de producción en serie de BMW como Wim Van Bogaert. Este conductor entusiasta de los eléctricos ha recorrido más de 500.000 km en varios modelos BMW i3 durante los diez últimos años.

24 de junio de 2022

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Poco después de presentar el BMW i3 en 2013, Internet se llenó de vídeos de gente rebosante de alegría. Durante las primeras pruebas de conducción con posibles compradores se grabaron vídeos de móvil en los que podía verse el entusiasmo de los pasajeros mientras recorrían los primeros kilómetros con el nuevo vehículo eléctrico. Acto seguido, la gente empezó a compartir esas divertidas pruebas de conducción en sus canales de redes sociales.

 

Enamorados de la idea del BMW i3
BMW i3; coches eléctricos

Por aquel entonces, uno de los artífices de la idea de grabar y colgar en redes esos momentos de placer de conducción fue el experto en marketing de BMW Wim Van Bogaert. El belga trabaja en la división de marketing central de BMW Group desde 2001, donde ha ocupado diversos cargos, por ejemplo, responsable de ferias y eventos, gestión de la innovación, marketing minorista y marketing digital y de rendimiento. En 2013 formó parte del equipo responsable de la presentación del BMW i3 en la red mundial de concesionarios de BMW. Mucho antes de que el primer cliente se pusiese al volante, él ya conocía a fondo el BMW i3 y se había enamorado del carácter visionario del primer eléctrico puro de producción en serie. Por ello, Van Bogaert representa a los muchos padres y madres intelectuales del BMW i3, a todas las personas implicadas en este proyecto. Y también a los incontables fans que el vehículo eléctrico tiene fuera de la empresa.

Incluso antes de que se iniciara la producción en serie, Van Bogaert ya había recorrido distancias cortas con prototipos, había hablado con el diseñador, Benoit Jacob, se había reunido con el jefe del proyecto, Ulrich Kranz, y había tratado detalles técnicos con ingenieros como Jens Halbedel. «Desarrollar un vehículo eléctrico para la producción a gran escala partiendo de cero en 2013 fue una jugada tecnológica muy arriesgada. Por aquel entonces solo había productos de nicho de mercado y soluciones improvisadas por ecologistas para ecologistas».

 

Proyecto i: así empezó la historia del BMW i3

Dada la situación, el Consejo de administración de BMW de aquella época fue muy valiente al decidirse por un proyecto multimillonario centrado en la movilidad eléctrica. Y es que para desarrollar y fabricar el BMW i3 se pusieron a cero muchos contadores. De repente, el componente más valioso ya no era el motor, sino la batería. BMW era y sigue siendo el máximo exponente de los motores de combustión de alta gama (➜ Leer más: 12 hitos de la historia del motor).

Y así empezó su andadura un exótico equipo de químicos, ingenieros eléctricos y estrategas reunidos en torno al visionario Ulrich Kranz bajo el nombre en clave «Proyecto i» (➜ Leer más: Historia del éxito de una visión) que al principio pasó prácticamente inadvertido y se mantuvo en las sombras de la central corporativa de BMW. Kranz recurrió de manera selectiva a expertos de BMW y su saber hacer para diseñar el vehículo eléctrico de BMW. Para compensar el peso extra de la batería se puso en contacto con expertos en construcción ligera de la fábrica de Landshut de BMW. Juntos lograron algo que parecía imposible: un vehículo eléctrico sin el peso extra de una pesada batería. Un logro asombroso que nadie ha podido igualar ni 10 años después. Todos los vehículos eléctricos actuales pesan hasta varios cientos de kilos más que sus homólogos con motor convencional.

Este es el BMW i3

El BMW i3 es un vehículo eléctrico de BMW. Se produjo en la fábrica de Leipzig de BMW entre 2012 y 2022. Se caracteriza por su diseño único, la elevada proporción de fibra de carbono de la carrocería, la apertura de las puertas traseras en sentido opuesto a la marcha y un planteamiento integral en cuanto al uso de los materiales empleados.

 

Los vehículos eléctricos permiten nuevos planteamientos técnicos

El proyecto i fue captando más y más atención y, tras el primer estudio de diseño del BMW i3 en la IAA 2011, acabó convirtiéndose en el blanco de las miradas no solo de todos los empleados de BMW, sino también de todo el mundo del automóvil. Wim Van Bogaert, uno de los responsables del stand de BMW en la IAA, recuerda: «Ahí fue cuando todos se dieron cuenta de que este proyecto era revolucionario. Como están diseñados desde cero, los vehículos eléctricos puros permiten un planteamiento técnico distinto, y el BMW i3 lo dejaba patente a primera vista. Teníamos ante nuestros ojos un concepto de vehículo totalmente nuevo, un cambio de proporciones y un diseño extraordinario tanto en el exterior como en el interior. Era como observar un futuro apasionante a través del ojo de una cerradura».

Poco menos de dos años después llegó el momento y Van Bogaert recibió su primer BMW i3 recién salido de la nueva línea de producción en serie de la fábrica de Leipzig de BMW. Aunque han pasado casi diez años, todavía recuerda sus primeras impresiones, que comparte con nosotros utilizando la jerga de BMW: «Cero noise, cero vibration, cero harshness; nada que ver con un vehículo con motor de combustión». Las primeras semanas con el BMW i3 fueron como una terapia conductual para Van Bogaert: «Antes conducía un vehículo de combustión que era todo un desafío en el plano emocional. Me susurraba una y otra vez: “Eres más rápido, pisa el acelerador, adelanta de una vez”. El BMW i3 era todo lo contrario. Emocional, pero en plan tranquilo: su serenidad ha sosegado mi estilo de conducción de forma sostenida hasta hoy».

Con estas palabras, Van Bogaert confirma una tesis de Benoit Jacob, el diseñador del BMW i3 por aquel entonces, que utilizó a propósito materiales sobrios y naturales para revestir el interior. Junto con la posición de asiento elevada en el espacioso habitáculo sin túnel de transmisión y con el salpicadero colocado muy hacia delante, el interior está pensado para calmar al conductor. Una estrategia no exenta de segundas intenciones, ya que un estilo de conducción sosegado ahorra batería y, por tanto, aumenta la autonomía (➜ Leer más: Mitos sobre los coches eléctricos). Al fin y al cabo, la tecnología de las baterías de 2013 solo ofrecía una capacidad de poco más de 20 kWh y permitía, como máximo, una autonomía de 160 km según el estilo de conducción.

 

Distancias largas y nuevas experiencias de carga

Aparte de una nueva serenidad y un estilo de conducción de efecto calmante, Van Bogaert descubrió otras particularidades de los vehículos de batería durante sus primeros desplazamientos con el BMW i3: «Mi mujer y yo llevamos muchos años yendo de vacaciones a Merano. La primera vez que viajamos con el BMW i3 elegí la ruta del Paso Stelvio, una ruta muy sinuosa de gran belleza paisajística. Desde el punto más alto del puerto hay 75 km cuesta abajo hasta Merano. Cuando llegamos, la batería se había vuelto a cargar del todo gracias al sistema de recuperación. Desde entonces sé que las pendientes descendentes son como un punto de carga para los vehículos eléctricos».

A pesar de esta experiencia de carga tan positiva, después de su primer BMW i3, Van Bogaert eligió, como muchos otros clientes, un modelo con Range Extender: un pequeño motor de gasolina que funcionaba como una especie de generador para ampliar la autonomía de la batería. Esta ingeniosa idea vino a facilitar el día a día, ya que en 2013 había muy pocos puntos de carga. Además, casi todos estaban instalados en ciudades, con lo que circular por carretera o autopista suponía una pequeña aventura. De hecho, recargar la batería llevaba mucho tiempo, y para los vehículos eléctricos no hay bidones de repuesto (➜ Leer más: Todo sobre la recarga del coche eléctrico).

Por la falta de infraestructura de recarga y las limitaciones de autonomía, en un principio los desarrolladores y diseñadores recomendaron el BMW i3 de forma preferencial como vehículo para grandes ciudades. En áreas urbanas es donde este eléctrico compacto sigue sintiéndose hoy más cómodo. A sus adeptos incondicionales les encanta desplazarse sin emisiones por las ruidosas y contaminadas calles del casco urbano. Además, otras prestaciones como el radio de giro mínimo, la rapidísima aceleración, el tamaño compacto a pesar de la espaciosidad del habitáculo o la recuperación permanente de energía eléctrica convierten al BMW i3 en el compañero ideal para la ciudad.

 

Con espíritu pionero pueden recorrerse hasta grandes distancias

No obstante, el hecho de que este vehículo estuviese concebido para las grandes ciudades no ha impedido a Van Bogaert realizar viajes de larga distancia de forma regular durante los diez últimos años; de lo contrario le habría resultado casi imposible recorrer alrededor de 50.000 km al año. Aún así, a la hora de viajar en familia, la esposa y los dos hijos de Van Bogaert no compartían el mismo espíritu pionero de papá. El primer viaje familiar de Múnich a su Bélgica natal no fue el único en sembrar el descontento entre ellos. Ante sus dudas sobre la gran cantidad de kilómetros del trayecto y la escasa autonomía eléctrica del primer BMW i3, el cabeza de familia zanjó: «Este es el futuro, y nosotros formaremos parte de él». Después de 16 horas de viaje y a pesar de haber tenido que parar para recargar la batería cada dos por tres, Van Bogaert, a diferencia del resto de la familia, seguía igual de eufórico. «Pero mi mujer y mis hijos tenían los ánimos totalmente por los suelos», recuerda con una sonrisa.

Después de aquello, Van Bogaert siguió haciendo viajes largos con el BMW i3 con el mismo entusiasmo. Desde finales de 2018, una actualización de la batería permitió duplicar la capacidad del primer modelo y ofrecer la autonomía de 300 km de hoy (➜ Leer más: Tipos de vehículos eléctricos). Con su actual BMW i3s de ultimísima serie, que lleva el singular distintivo «Unique forever», le gustaría viajar hasta el cabo Norte: «Ahora, en Europa Central y, sobre todo, en los países nórdicos, la infraestructura de carga de las principales rutas de transporte ya tiene un nivel de desarrollo muy bueno». ¿Cuándo podrá convertir este sueño en realidad? Aún no se sabe. Sin embargo, podemos estar seguros de algo: Van Bogaert lo hará.

BMW i3; coches eléctricos

 

Con el paso de los años, el número de compradores del BMW i3 ha ido en aumento

A Van Bogaert le apena que el BMW i3 vaya a dejar de fabricarse a partir de este verano: «El BMW i3 lleva en producción casi diez años y, aun así, no parece para nada de ayer. Eso es algo impresionante y se debe a su planteamiento visionario. Actualmente sigue superando a muchos modelos nuevos en numerosos aspectos, por ejemplo, construcción ligera, sensación espacial, sostenibilidad o valía». Seguro que muchos de los casi 250.000 compradores que lo han adquirido hasta la fecha también lo ven así. Y es que, a diferencia de los modelos convencionales, cuyas cifras de venta van cayendo constantemente a lo largo de su ciclo de vida, el volumen de ventas del BMW i3 no ha dejado de crecer hasta el último momento. De hecho, los vendedores están notando ahora una fiebre por los últimos modelos, que solo se producen en la fábrica de Leipzig de BMW con energía procedente de tres aerogeneradores instalados expresamente para ese fin (➜ Leer más: Sostenibilidad en cada coche que produce BMW).

Por eso, Van Bogaert augura que el BMW i3 ya se ha labrado a fecha de hoy otra carrera como clásico moderno: «Con su carrocería inoxidable de carbono, una batería tan longeva, una tecnología que apenas requiere mantenimiento y una forma que aún resulta futurista, seguro que su comunidad de admiradores no menguará».

Tal vez, los futuros propietarios vuelvan a vivir escenas como las de 2013, cuando los primeros ejemplares en circulación del BMW i3 robaron el protagonismo hasta a los deportivos y a los SUV. Van Bogaert también vivió algunos de los mejores momentos de su etapa como automovilista en esa época: «Por aquel entonces, al volante del BMW i3 se sentía uno como un pionero. Este coche despertó una gran atención, sobre todo, entre los niños y los adultos jóvenes. Les gustó, se dieron cuenta de las ideas sostenibles que había detrás y se interesaron por la movilidad eléctrica».

«Goodbye, BMW i3» también significa «Welcome, BMW iX1». Este SAV compacto con motor eléctrico nos secará rápidamente las lágrimas de tristeza que nos provoca la despedida del BMW i3. Aquí encontrará más información sobre el nuevo BMW iX1:

THE iX1

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Autor: Michael Seitz; Art: Verena Aichinger, Lucas Lemuth, Shin Miura; Fotos: BMW; Vídeo: BitteschönTV, Ludwig Bütow

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